Toda la maquinaria esteroidogénica, y la capacidad para la biosíntesis de andrógenos, están activas tanto en los distintos depósitos del tejido adiposo, tanto en los adipocitos viscerales como subcutáneos así como en los adipocitos cultivados. Por lo tanto, planteamos la hipótesis de que el tejido adiposo es un sitio de producción de novo de andrógenos y, por lo tanto, podría contribuir al hiperandrogenismo en mujeres con obesidad. En ese sentido es probable que la inflamación juegue un rol de importancia en dicho proceso y en el aumento en el mismo observado al comparar los adipocitos de personas con obesidad con aquellas sin obesidad y con obesidad tras cirugía bariátrica.

https://www.karger.com/Article/FullText/521571

Y para completar tan interesante lectura, dejo la mejor revisión hasta la fecha sobre andrógenos y tejido adiposo: «Androgens and the Regulation of Adiposity and Body Fat Distribution in Humans (Tchernof et al., 2018) – https://drive.google.com/file/d/1VR-CngoPSejjKCKX06mPOxP_KTwwpvWa/view?usp=sharing

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